Ricardo Sánchez: “El año 2020 para los puertos es un problema”
El creciente desempleo, el déficit fiscal, deuda creciente, la inestabilidad interna y externa son todos factores que no entregan buenos augurios para el sector portuario en América Latina. La industria, de algún modo, tendrá que seguir “aguantando” la crisis iniciada en 2018.
Así, al menos, lo ve Ricardo Sánchez, economista y oficial senior de asuntos económicos de la Cepal, quien en base a las estadísticas y proyecciones del Balance Preliminar de la entidad catalogó 2019 como “el peor año desde 1951”, razón por la cual “el 2020 para los puertos es un problema”.
¿Cómo se va a configurar 2020 para la economía y los puertos desde el punto de vista de los movimientos sociales que alteraron no solo el orden público, sino que también de alguna manera el comercio exterior de la Región con movimientos sociales en Ecuador, Bolivia, Chile y Colombia?
La verdad es que el 2020, según lo que hemos visto en la presentación del balance preliminar de la Cepal, es un año realmente… No se me ocurre qué calificativo usar, pero ninguno es muy positivo. Realmente son todas predicciones poco auspiciosas.
¿Qué tan grave es esta situación si se toma en cuenta que ya había presión por la Guerra Comercial y el Brexit?
La situación de 2019 y lo que se espera para el 2020 es la peor crisis desde 1951 hasta el día de hoy, esperando en América Latina una expansión en 2020 apenas del 1,2%. En América Central, la situación es un poco más benigna –en promedio de 2,6%–, pero imaginate que el promedio que tira para abajo son los países grandes, especialmente, América del Sur y México, con una situación realmente preocupante. Estamos hablando de 1,2% en 2020 en América Latina, separada del Caribe, en 2019 prácticamente sin crecimiento, 0,1% y esto -por supuesto- cuando lo vemos al nivel del comercio, pues realmente es horrible si lo ves a nivel de todo el mundo.
¿En qué se va a traducir este escenario tan funesto para los puertos que, permanentemente, se ven exigidos en materia de inversiones para no quedar fuera de los circuitos navieros?
Seguramente se van a revisar inversiones porque en la industria portuaria uno está preparado para resistir un año más, dos años más. El comercio se desplomó desde 2018 en adelante, especialmente este último año ha sido realmente malo en todo el mundo en particular, no solamente por la caída de los precios de los productos del comercio internacional, sino también por la caída de los volúmenes. 2019 ha sido el peor año de poscrisis o post inicios de la crisis. En cuanto a variación de las exportaciones ha sido ligeramente positivo (0,6%), pero venimos de un 2017 con exportaciones en la región que se habían expandido un 4,3%, en 2019 la expansión fue ligeramente positiva, y lo que se ve venir es también muy pobre. Las importaciones en la región cayeron en 2019 un 0,9%.
¿Cómo se ha visto esta crisis en materia de inversiones para el sector logístico-portuario?
2019 es el peor año en inversiones, no te puedo decir exactamente en cuantos años, pero se ha perdido respecto de años anteriores un 3,5% de una inversión total que ya era baja. Hemos tenido algún año anterior con una inversión promedio en América Latina que había llegado al 21%. En 2019, la inversión total, pública y privada en todos los rubros fue apenas de 18,1%, por lo cual en el mediano plazo tu estatus como para afrontar un desarrollo posterior, una expansión posterior, está limitado, porque no estás invirtiendo. Para mí (el dato de la inversión) es de las peores noticias que recibimos en la presentación del balance de la Cepal.
En 2018, el ránking de puertos de contenedores, la mayoría fue al alza ¿Qué pasó en 2019?
En general, lo que estamos viendo nosotros en conversaciones con los distintos puertos de la región, es que este no es un buen año, si bien esperamos que haya una cifra positiva de expansión, va a ser ciertamente mucho menos importante esa expansión que lo que fue en 2018. En la suma final de todos, hay ganadores importantes, lo que significa que hay perdedores importantes también y, en el juego de la suma final, la expansión no va a ser tan significativa como lo fue en el 2018.
¿Cómo se proyecta esto para 2020?
Lo que me preocupa a mí es que todas las cifras macroeconómicas de 2020 también son muy poco auspiciosas, son muy débiles en términos de expansión de la economía. La expansión de la inversión de la economía me parece el dato más preocupante, no veo por qué se recuperaría la inversión en 2020, viniendo de una contracción tan fuerte en 2019. Claramente esto está diciendo que las expectativas de los agentes económicos no son las mejores.
En 2018, cinco de los diez puertos públicos chilenos mostraron cifras negativas, aunque el crecimiento pasó de 5 puntos en el global. Entonces parece que la carga sólo se ha ido reacomodando ¿Seguirá esta tendencia en 2020?
Sí, yo pienso que lo que tenemos que mirar es la suma final. Yo lo he estado viendo ahora que estuve en el Caribe y hablando con mucha gente, sí, me doy cuenta de que este año va a ser pobre o malo para la mayoría de los puertos. Entonces digo, bueno acá hay un ganador, allá hay otro, pero cuando sumo los 40 y tantos que hay en ese sector de la Región, el número sumado me da una performance bastante pobre.
¿Esta situación añade más incertidumbre al sistema?
Mira, yo no sé si fue en Miami (AAPA) o Cartagena (TOC) que lo dije, pero llevamos 10 años hablando de incertidumbre, entonces empezar hablando de incertidumbre ya no es una buena idea. Pero si llevamos 10 años en la misma situación, es que esta es la situación, ¿no? Esto es lo normal, entonces no me vale seguir hablando de incertidumbre por la persistencia de la incertidumbre. Si me preguntan si va a haber más incertidumbre en los próximos años, definitivamente en 2020 por lo menos sí.
¿Cuál es el segmento de carga y a su vez los tipos de puertos que se verían más perjudicados?
En ese contexto, hay cargas que son más volátiles y otras que son menos volátiles. Las que son más volátiles van a estar más afectadas y aquí estamos hablando de contenedores, claramente. Los graneles tienen una correlación mucho más cercana al crecimiento, entonces, si se crece poco, los graneles o el combustible también crecen poco.
Básicamente, porque son materias primas ¿no?
Porque vas hacer el pan, salvo que hubiese una debacle espectacular, pues, vas a seguir importando el trigo, o el petróleo para hacer tu refinado. Vas a seguir importando los típicos productos que vienen en contenedor, bueno, con este nivel de afectación de la macroeconomía, con un desempleo creciente en la región, con una situación de deuda creciente en toda la región, aún sin hablar de los casos más extremos como pueden ser la Argentina o dos o tres más que hay de los 30 y tantos que están en la región, pero definitivamente la crisis, la situación de deuda, genera necesidades de divisa para hacer frente a los intereses de la deuda, y por lo tanto vas a perder tu capacidad de consumo, ¿no?
O sea, los puertos van a tener un 2020 complicado…
Con desempleo creciente, déficit fiscal posiblemente creciente por la situación de deuda, incertidumbre que limita la expansión de las inversiones, unas exportaciones que están creciendo por debajo de la media de crecimiento económico, sí, todas son cosas que te están diciendo claramente “Señores, el 2020 para los puertos es un problema”.
Va a ser un problema para los graneles sí, pero en menor medida que para los contenedores. Eso es lo que quiero decir. En el caso de una economía como la chilena, digamos, donde hay cierto nivel de estabilidad un poco mayor, dejando incluso de lado la contingencia quizás se sienta un poco menos, pero no creo que podamos ver el año que viene una situación especial, una situación excepcional en algunos de estos países, ni en Chile, ni en Ecuador, ni en Perú, que uno dijera que la economía anda más o menos, pero miren los puertos, que bien les está yendo. Yo creo que vamos a ver situaciones de una performance más bien pobre, como va a ser la del crecimiento económico.
En esta situación ¿Cuál será el desafío para la economía y el sector portuario?
A ver, no podemos hablar de incertidumbre, porque nosotros sabemos que eso es parte de nuestra normalidad. Me atrevo a decir que en la medida que las condiciones macroeconómicas muestran, aunque estamos realmente en un punto malo, bajo, muestran una ligera expectativa más positiva. No tengo ninguna muy buena expectativa para 2020, pienso que será un año mediocre, pero se va viendo un poquito de mejoras progresivamente y eso se verá un poquito más en 2021, un poquito más en 2022. Por lo tanto, si bien, es difícil hacer pronósticos cuando uno está en un punto tan bajo como el actual, pareciera que hay una luz de esperanza. No hace falta pensar “bueno, en 2040 vamos a estar muy bien”, pero quizás en 2022 vamos a estar mejor, claramente mejor que el 2019 o el 2020. Eso lo vamos a ver también en los puertos, creo que estamos en este periodo de una estrecha correlación entre crecimiento y mejora de la actividad portuaria cuando años atrás la actividad portuaria siempre crecía mucho más que lo que crecía la economía.
Fuente : Trade News